Diego Guzmán de Silva (Ciudad Rodrigo, c. 1520 - Venecia, 1578) fue un canónigo y diplomático español del siglo XVI, que fue embajador en Inglaterra, Génova y Venecia.
Durante su estancia en el reino tuvo que abordar asuntos como las negociaciones de matrimonio entre Isabel I y varios pretendientes, el comercio con Flandes y los Países Bajos, y de los puertos españoles con los ingleses o la situación religiosa de los españoles en Inglaterra.
[3] Es coincidente entre los historiadores la idea de que Guzmán de Silva fue el único enviado de Felipe II que entabló cierta relación con Isabel I, mientras que los demás se dedicaron a especular y espiar a la monarca.
[4] Este hecho fue corroborado por la posterior publicación de la correspondencia entre la reina y Felipe II, en la que llegó a comunicarle que Guzmán "siempre fue un buen ministro deseoso de preservar la armonía entre nosotros, lo cual fue demostrado por la calma y la tranquilidad que reinó mientras estuvo aquí".
Se sabe gracias al historiador Antonio Sánchez Cabañas (siglo XVI) que tras su muerte fue llevado su cuerpo a Ciudad Rodrigo, su ciudad natal para ser enterrado en la iglesia de San Isidoro.