Diplomacia gastronómica

Su premisa básica es que «la forma más fácil de conquistar corazones y mentes es a través del estómago».

[1]​ Se han establecido programas oficiales de diplomacia culinaria patrocinados por diferentes gobiernos del mundo, entre ellos Taiwán, Singapur,[2]​ Tailandia, Corea del Sur, Malasia, Indonesia,[3]​ Perú, Estados Unidos,[4]​ Camboya,[5]​ Japón,[6]​ Escandinavia,[7]​ Australia y Uzbekistán.

[8]​ Los términos «diplomacia gastronómica» y «gastrodiplomacia» se vienen usando desde principios del siglo XXI, aunque el agasajamiento de otras naciones, pueblos, clanes o tribus es una práctica humana milenaria.

Cualquiera que sea el objetivo, la diplomacia culinaria está destinada a mejorar la marca país.

En teoría, esto se logra cambiando la conversación que rodea a un país para centrarse en una faceta apolítica y positiva de su cultura.

El expresidente estadounidense, Barack Obama , y el ex primer ministro japonés Shinzō Abe en el restaurante de sushi Sukiyabashi Jiro en Tokio en 2014.
La presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid , ofrece miel de rosas al presidente de Francia, Emmanuel Macron , en 2017.