Domingo Dentudo

Domingo Blasco, citado más comúnmente como Domingo Dentudo, fue un religioso castellano que ocupó el puesto de obispo de Ávila entre 1213 y 1239.

Dentudo forma parte del grupo religioso y militar de guerreros de frontera, entre los que se encontraron aquellos que ocuparon la sede episcopal antes del siglo XII;[2]​ él fue uno de los primeros de su familia en ocupar un cargo en la alta jerarquía eclesiástica castellana en el siglo XIII.

De hecho, en 1217, junto con el obispo de Burgos, Maurició, formó parte de una embajada que la reina Berenguela envió a su esposo, el rey leonés Alfonso IX para que abandonara su política hostil en contra del nuevo monarca castellano.

Probablemente, como parte del agradecimiento por sus servicios, Fernando III le concedió a Domingo y a la catedral de Ávila la jurisdicción sobre Olmedo y Arévalo en 1221, y también la aldea de Guijo con su castillo diez años después.

[3]​ Según Gil González Dávila, murió el 24 de septiembre de 1239 y fue enterrado en la catedral, junto al altar dedicado a san Nicolás.

Sepulcro. Capilla de Santiago, Catedral de Ávila