Formó parte del movimiento ambientalista «Don’t Make a Wave Committee» y fue cofundadora de la ONG internacional Greenpeace.
Allí conoció al también periodista Ben Metcalfe, que más tarde se convertiría en su marido.
[2] Fundó junto a su marido una empresa de relaciones públicas desde la que coordinaron diferentes campañas ambientalistas.
En 1970 cofundaron el movimiento «Don’t Make a Wave Committee» afiliado al Sierra Club para seguir con las protestas.
Su trabajo periodístico se convirtió en un acontecimiento de relevancia mediática en Canadá y Estados Unidos.
[2][4][13] Más tarde, inició junto a su marido la campaña denominada «Mururoa Mon Amour», contra las pruebas francesas en el atolón de Moruroa, en el Océano Pacífico.
Esta obra fue seleccionada, ese mismo año, para ser exhibida en el Downtown Los Angeles Films Festival.