[2][3] Este sistema está dirigido tanto a ciudadanos (personas físicas) como a empresarios, con independencia del lugar o país donde circunstancialmente se encuentren, y sin tomar en cuenta dónde sea su residencia legal habitual fuera del propio territorio estonio; luego de cumplidos y aprobados todos los trámites, el residente electrónico de Estonia recibirá una tarjeta inteligente (smart card), la que el propio residente podrá usar para identificarse y para la firma o aprobación de documentos.
El primer residente electrónico de Estonia fue el periodista británico Edward Lucas,[4] y la primera persona en solicitar y obtener la residencia electrónica a través del proceso estándar fue Hamid Reza Tahsildoost de Estados Unidos.
[17][18] Los residentes electrónicos tendrán su huella financiera monitoreada digitalmente, de manera implementada como transparente.
La reacción al mal comportamiento financiero generalizado a alto nivel, y que reveló la filtración de los llamados “Papeles de Panamá” (en inglés: “Panama Papers”), ha sido un factor que contribuyó a que la iniciativa de Estonia fuera más clara, transparente, y simple (según opinó Kaspar Korjus).
Otros servicios estarán disponibles para el residente electrónico, a medida que ello sea conveniente o necesario.
[36] Algunos expertos legales advirtieron que el uso de la residencia electrónica para establecer una empresa de buzones[37][38] en Estonia, en determinadas circunstancias podría someter las ganancias de la empresa a doble imposición, ya que dicho país tiene un estatus legal nuevo, respecto del que aún no se han estudiado a fondo los acuerdos internacionales existentes para precisamente evitar la doble imposición.
[54] La falla observada se reveló al público usuario en septiembre de 2017,[55] aunque inicialmente no se dieron detalles técnicos sobre en qué realmente consistía ese posible robo o sustitución de identidad.