Contaba con cinco bodegas, equipo propio para descargar material pesado y cuatro grúas.
[3] En total, a bordo se encontraban 41 civiles de la Marina Mercante Argentina.
[3] Al arribar, el capitán Gregorio fue recibido por el gobernador Mario Benjamín Menéndez.
Como los elementos desembarcados se amontonaban en el muelle, limitando el espacio para las maniobras, la descarga finalmente se pudo realizar gracias a la idea de utilizar la pista de aterrizaje desmontable, que llevaba el Formosa a bordo, como refuerzo.
[3][2] El Formosa no pudo completar su descarga, porque abandonó rápidamente Puerto Argentino en la madrugada del 1 de mayo, debido a posibles ataques británicos.
Cerca del mediodía de la misma jornada, el buque fue atacado por aviones Harrier británicos que no le provocaron daños.
Durante las horas de la tarde un avión no identificado lo atacó con cañones y le arrojó varias bombas.
[2][5] El capitán y la toda la tripulación del Formosa fueron condecorados por el gobierno argentino por su «patriotismo e idoneidad».