Egeo (mitología)

hasta que llegues al punto más alto de Atenas».

Cuando Egeo se dio cuenta de lo que había hecho, enterró bajo una gran piedra su espada y sus sandalias, diciéndole a Etra que si había quedado embarazada y tenía un hijo varón de él, lo criase en secreto (por miedo a la venganza de sus sobrinos) y lo enviase a Atenas cuando fuera lo suficientemente fuerte como para levantar esa piedra y recoger las sandalias.

Entonces Teseo pudo levantar la piedra, calzarse las sandalias y la espada de su padre, e iniciar su viaje a Atenas para ser reconocido como hijo del rey.

[14]​ Mientras esto ocurría en el Ática, los habitantes de Corinto se habían rebelado contra Medea y habían apedreado a sus hijos en castigo por los crímenes que la maga cólquida estaba cometiendo en su ciudad.

Medea tenía todo planeado para que su hijo Medo heredara el reino de Atenas, por lo que reconoció e intrigó contra el recién aparecido Teseo nada más poner este los pies en la ciudad.

Pero esta vez el toro fue derrotado y Teseo aprovechó la fiesta organizada para la ocasión para mostrar la espada de Egeo justo cuando le ofrecían una copa con veneno preparado por Medea.

Antes de zarpar su padre le indicó que si triunfaba cambiase las velas negras del barco por otras blancas, para poder enterarse así de su victoria lo antes posible.

[18]​ Desde que Teseo zarpó su padre se obsesionó con su vuelta y cada día subía hasta el cabo de Sunión, para ver si divisaba las velas blancas del barco de regreso.

Pero Teseo, que había derrotado al Minotauro, olvidó cambiar las velas al estar pensando en la pérdida de Ariadna, la hija de Minos que lo había ayudado.