La historia comienza en 2009 con Jorge Mario Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires mientras medita con un niño una pintura y ahí se desarrolla toda la película.
El tiempo retrocede a 1955 con un joven Bergoglio que aspiraba ser médico y se gana la vida trabajando en un laboratorio bajo la supervisión de Esther Ballestrino.
Después de 14 años, en 1969, Bergoglio es ordenado sacerdote y su madre , que está allí presente, se reconcilian.
Bergoglio se entera mediante una llamada anónima y decide encarar al régimen militar, acude a hablar con el Almirante Emilio Eduardo Massera quien niega tener que ver con la desaparición de los dos sacerdotes.
Bergoglio se siente culpable mientras que Jalics y Yorio deciden abandonar su vida sacerdotal aunque después el primero de los mencionados regresa nuevamente.