Gardoma, doctor del Observatorio de Mercurio, le dice a Lucky que Mindes no suele ser así.
Entre los humanos en el planeta está Urteil, agente del senador Swenson, quien se opone al Consejo alegando que malgasta recursos.
Más tarde, en su habitación, Lucky y Bigman encuentran en uno de los trajes para la superficie un pequeño agujero potencialmente letal.
Lucky opina que de ser así su base estaría en las minas abandonadas, y se ofrece a explorarlas.
El agente cree que Lucky y Bigman buscan falsificar una base siriana para cubrir la incompetencia del Consejo.
Finalmente avista una figura caminando al sol y cuando se acerca confirma que se trata de un robot con cerebro positrónico, supuestamente sujeto a las tres leyes de la robótica, y con algunos desperfectos motrices causados por el calor.
Bigman, quien busca desquitar su antipatía hacia él, le propone un duelo en gravedad mercuriana con la condición de que si pierde, Urteil deberá dejar en paz al Consejo.
Durante la pelea, Bigman lanza a Urteil por el aire y, súbitamente, se enciende la gravedad artificial de nuevo.
Nadie puede explicar lo sucedido y, antes de poder investigar más, llega el doctor Peverale e informa que Mindes dice haber hallado a Lucky muerto en la superficie.
El personal del Observatorio lo rescata y Bigman lo pone al tanto, contándole que habrá un "juicio" al día siguiente y que resolvió el caso, pero se guarda los detalles para después.
Cook admite que al principio trabajó con Urteil voluntariamente, esperando poder reemplazar a Peverale.
Tienen una mentalidad racista y practican una forma de eugenesia que elimina las variedades físicas, dándoles una apariencia uniforme.