En los años 1950, cuando fue escrita la novela, tan solo se conocían doce de sus actuales satélites.
La primera mitad de la historia se desarrolla en el satélite más ultraperiférico conocido, Júpiter IX, descubierto por Seth Barnes Nicholson en el Observatorio Lick en 1914.
[3] El error pudo deberse a que Júpiter IX era el duodécimo satélite conocido en orden de distancia.
Parte de la novela se ambienta en Ío, el satélite galileano más cercano a Júpiter.
Antes de llegar a Júpiter IX Starr y Bigman son advertidos por el jefe del proyecto, el comandante Donahue, del peligro que corre Starr y les anima a desentenderse de la investigación.
Su aplicación más básica son los corredores Agrav presentes en el satélite, que permiten, a quien lleve el arnés apropiado, desplazarse por todo el asteroide.
Cuando Starr y Bigman aterrizan, el teniente Nevsky los acompaña por un corredor al distrito donde se encuentran sus alojamientos.
La «Luna de Júpiter» despega según lo previsto, con su tripulación de diecisiete personas, entre ellas Donahue, Panner, Summers, Norrich, Mutt, Starr y Bigman, que embarca porque Starr cree que el espía está a bordo.