El jilguero (en neerlandés:Het puttertje) es un óleo sobre lienzo del pintor holandés Carel Fabritius presentado poco antes de la explosión del polvorín de Delft en 1654.
[1] En él aparece un jilguero a tamaño real con una pata atada por un cordel.
Se cree destinado para una familia hayense apellidada "De Putter", jilguero.
La pintura perteneció al Caballero Joseph-Guillaume-Jean Camberlyn, y a sus herederos en Bruselas.
En 1865, acabó en París en manos de Étienne-Joseph-Théophile Thoré, quien la vendió al Hôtel Drouot en 1892.