La gente pronto comienza a abandonar el pueblo, y la hermana de William se fuga con su antiguo maestro para dejar a su familia «una boca menos que alimentar».
Respecto a la contextualización de la película hay que mencionar el interés que se muestra por representar el Malawi rural de la manera más realista posible.
En estos integrantes es donde podemos observar la mezcla de religiones y el respeto a las raíces fetichistas ya abandonadas.
Así, cuando Annie escapa con el profesor Kachigunda al final de la película, se hace hincapié en la gravedad de haberse marchado con un hombre sin haber contraído matrimonio con él.
Conocido internacionalmente como actor tras actuaciones como la de 12 Years a Slave, posee raíces nigerianas, lo que le une al mundo africano de una manera más íntima.
Sin embargo, no se posiciona en ningún bando, no existe la figura del villano, se trata de una lucha por la supervivencia que obliga a la población a actuar de manera violenta y además, como es el caso de William como la población intenta formarse y prepararse para tener un mejor futuro.
Pero como ya se ha mencionado anteriormente, el film versa sobre la experiencia individual de nuestro protagonista, y no en el sistema político, social o económico más allá de la relación que puedan tener estos apartados con la familia Kamkwamba.
Por lo demás, la imagen que transmite del continente africano es la de un espacio rural en transformación, con grandes problemas en el ámbito educativo, económico y político, en el que la tecnología más simple puede significar un gran cambio.
Chiwetel Ejiofor nos transporta a un África verídica, sin estereotipos impuestos, sin complejos y con una riqueza de análisis del contexto africano que pone en valor el pasado de los pobladores originarios y sus costumbres.
Así mismo, nos permite entender las realidades del mundo moderno y cómo la tecnología, pese a que en muchos casos ha destruido la cultura tradicional del continente africano, también ha permitido seguir escribiéndola.