Aunque no tienen ni idea de cómo funciona realmente, los pitufos están dispuestos a darle una oportunidad, con solo el Pitufo con Gafas opuesto a la idea.
Con el tiempo, a medida que los pitufos se acostumbran al sistema monetario, algunos pitufos se hacen más ricos mientras otros se empobrecen, e incluso tienen que pedir dinero prestado al Pitufo Financiero a fin de seguir viviendo.
El brujo Gargamel pronto averigua que los pitufos tienen oro y captura al Pitufo Labrador a fin de que los demás le den todo su oro.
Sin embargo, cuando el Gran Pitufo propone hacer una fiesta para celebrarlo, el Pitufo Financiero pregunta quién va a pagar dicha fiesta y como nadie quiere hacerlo, no se celebra.
Finalmente, los pitufos se cansan del sistema monetario y deciden abandonar la aldea todos, excepto el Pitufo Financiero que insiste en que los demás pitufos le deben dinero, a lo que estos le responden arrojándoselo.