[30] En aquel momento las encuestas le situaban en un empate técnico con la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, mientras que los candidatos François Fillon y Jean-Luc Mélenchon mantenían fuertes expectativas para clasificar a la segunda vuelta presidencial.
[46] La lista fue criticada por LR, para quienes la alta participación de ex-dirigentes socialistas convertía a LRM en un "reciclaje" del PS, pero aun así, Macron aseguraba que las 148 candidaturas restantes podían disponerse a dirigentes conservadores que se desadhirieran de sus partidos.
[48] Tras abrirse negocioaciones de emergencia entre los partidos aliados, Bayrou finalmente se mostró satisfecho de anunciar que se habían acordado compromisos "sólidos y equilibrados" que garantizaban, a su juicio, una mayor pluralidad en la formación legislativa presidencial.
[55] Para muchos analistas, el principal partido histórico de centro-derecha, el gaullista Los Republicanos (LR), antes UMP, demostró desde sus elecciones primarias presidenciales de 2016 estar dividido en dos grandes corrientes: Los moderados liderados por elex primer ministro Alain Juppé, y los ultraconservadores tradicionalmente liderados por el expresidente Nicolas Sarkozy, pero que tras los resultados de las primarias quedaron liderados por el candidato oficial del partido yex primer ministro François Fillon.
[57][58] Estas divisiones se vieron asentuadas durante la campaña presidencial de 2017, donde el escándalo por las denuncias de corrupción sobre Fillon provocaron su declive en las encuestas,[59][60] lo que finalmente desembocó en que el gaullismo por primera vez en su historia no clasificara a la segunda vuelta presidencial.
[64] Para los analistas, el nombramiento del republicano Edouard Philippe como primer ministro de Macron representó un punto de inflexión para el partido, cuyos altos dirigentes como Baroin, Sarkozy, Juppé y su secretario general Bernard Accoyer repudiaron fuertemente al considerar un intento del presidente por dividir sus filas y "dinamitar a la derecha", todos ellos reafirmando que su partido debía obtener la mayoría legislativa para recomponer el gobierno nacional.
[76] El gaullista LR cotizó la segunda preferencia en votos con 22% del sufragio, clasificando a 263 candidatos al balotaje, aunque con apenas 49 circuitos en los que consiguieran la primera clasificación, mientras que sus principales aliados, la coalición UDI ganaron en 12 circuitos y clasificaron a 35 candidatos, para un total de 298 candidatos (51% de los curules en disputa) aspirando al balotaje por el bloque de centro-derecha.
Sus principales rivales históricos, los socialdemócratas del PS, quienes hasta dicha elección ostentaban la mayoría absoluta del parlamento, sufrieron la que los analistas califican como la mayor derrota de entre los grandes bloques políticos del país y el peor resultado electoral de dicho partido en su historia, al solo concentrar junto a sus aliados el 9,6% de los votos y ganar en tan solo 11 circuitos.
[76] Aunque los socialistas y sus aliados el PRG clasificaron a 63 candidatos a la segunda vuelta (11% de las candidaturas en disputa), varias de dichas candidaturas clasificaron bajo el respaldo del bloque macronista, por lo que se espera que en caso de ganar se integren a la mayoría legislativa presidencial, y muchos analistas dudan que el PS pueda formar su propio grupo legislativo en la Asamblea.
[77] Varias altas personalidades del PS como su secretario general Jean-Christophe Cambadélis y su candidato presidencial Benoit Hamon, así como decenas de exministros fueron eliminados en primera vuelta.
[78] Cambadélis, cuya dimisión fue pedida por miembros de su partido,[79] calificó los resultados como "un retroceso sin precedentes para la izquierda".
[86] Por su parte Marine Le Pen aseguró que la enorme abstención representaba una "catástrofe" para el sistema electoral francés, que, a su juicio, impedía la representación de parte del electorado.
[77] Los resultados fueron celebrados por el gobierno presidido por Macron, entre ellos el primer ministro Edouard Philippe para quien los resultados reflejaban un fuerte mensaje del pueblo francés,[87] mientras que figuras internacionales como la Canciller de Alemania Angela Merkel y el Presidente del Gobierno de España Mariano Rajoy comunicaron sus felicitaciones al presidente Macron por la victoria de su partido.