Las elecciones parlamentarias se llevaron a cabo en Kirguistán el 10 de octubre de 2010, y fue el primer proceso electoral democrático posterior a la segunda revolución kirguisa que convirtió al país en una república parlamentaria.
Esta última prohibición fue impuesta para evitar mayorías absolutas que dejaran inoperantes a los partidos opositores.
[4] En abril de 2010 el Presidente Kurmanbek Bakíev fue derrocado, lo que llevó al poder a un gobierno interino encabezado por la socialdemócrata Rosa Otunbáeva.
[9] En la anterior elección, había 90 asientos, pero se aumentaron a 120 tras el referéndum constitucional.
Por esta razón, sólo a los cinco partidos con más votos (Ata-Zhurt, SDPK, Ar-Namys, Respublika y Ata-Meken) se les asignaron asientos.
[15] El presidente depuesto, desde su exilio en Bielorrusia, también abogó por un retorno al régimen presidencial.
Rosa Otumbáeva se comprometió a mantener un "espíritu de equidad y transparencia."
[24] Los manifestantes atacaron las oficinas del partido Ata-Zhurt, quemaron folletos de campaña y exigieron que se ilegalizara su candidatura.
El partido necesitaba una alianza con otros dos para formar una coalición que tuviera mayoría absoluta, pero eso era visto como "poco viable".
[27] El presidente estadounidense, Barack Obama, felicitó a Kirguistán por unas elecciones "históricas", y declaró que estas demostraron que el pueblo kirguís estaba "comprometido con las transferencias de poder por medios pacíficos y democráticos".
El canciller ruso, Sergei Lavrov, declaró que temía que hubiera dificultades posteriores a la elección, y se mostró cauteloso con el cambio abrupto a un sistema parlamentario.
El líder del Partido Socialdemócrata, Almazbek Atambáyev fue elegido primer ministro con 92 votos de los 120 asientos.
[31] El miembro de Ata-Zhurt Akhmatbek Keldibekov fue elegido presidente del Parlamento con 101 votos a 14.