Bush; el demócrata Bill Clinton, gobernador de Arkansas; y el candidato independiente Ross Perot, un empresario texano.
El nominado demócrata, Bill Clinton, consiguió establecerse como el líder de un partido que había sido derrotado por gran margen en las tres elecciones presidenciales anteriores.
[1] El presidente George H. W. Bush y el vicepresidente Dan Quayle ganaron fácilmente la nominación del Partido Republicano.
Muchos Demócratas conocidos consideraron la carrera presidencial como perdida y decidieron no presentar sus candidaturas.
Pero aun así Clinton era presidente electo con una clara ventaja sobre Bush, que había fracasado en su aspiración reeleccionista.