Tanto el FAP como DP-BB ingresaron al legislativo por primera vez con 4 y 3 bancas respectivamente.
Con el Colegio Electoral sin una mayoría concluyente y las cuatro facciones enfrentadas, finalmente Domato consiguió la mayoría de votos electorales por un muy escaso margen, ascendiendo a la gobernación a pesar de haber sido el segundo candidato por voto popular.
Su partido obtuvo mayoría en ambas cámaras de la Legislatura en una elección muy competitiva contra la Unión Cívica Radical.
En 1985, en las primeras elecciones de medio término, aunque la UCR triunfó por voto popular, el PJ obtuvo más escaños y conservó la mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado Provincial debido al sistema electoral vigente en la provincia.
Durante su breve gobernación, se cometieron masivas violaciones a los derechos humanos en el contexto del terrorismo de Estado que se cometía en todo el país, siendo Tucumán en particular una de las provincias más castigadas por la represión.
El fin de las causas en su contra le permitió retornar a la vida política, por lo que se unió al antiguo partido Defensa Provincial - Bandera Blanca, que había gobernado Tucumán entre 1932 y 1934, durante la Década Infame.
[1] Chebaia se declaró ganador el día de los comicios, al mismo tiempo que comenzaban las negociaciones del Colegio Electoral.