Sus máquinas influyeron en el arte de la poliorcética durante siglos, y el término Helépolis se aplicó a otras torres de asedio similares en los siglos posteriores.
El interior estaba dividido en nueve pisos comunicados por escaleras desde la base hasta el tope.
En torno a 3600 hombres formaban la dotación de la Helépolis, que se turnaban para mover la máquina, que pesaba más de 160 toneladas.
[5] Además, la Helépolis estaba muy bien armada: tenía varias catapultas y balistas en cada piso que disparaban al campo de batalla a través de postigos.
Tras el asedio, la Helépolis se abandonó cerca de Rodas.