La renaturalización del espacio público cobra protagonismo mediante la inclusión de elementos verdes como jardineras, muros vegetales o pérgolas bioclimáticas, que fomentan la biodiversidad y mejoran la calidad del aire.
La accesibilidad es un criterio esencial en el diseño del mobiliario urbano, garantizando que sea inclusivo para personas con movilidad reducida, discapacidad visual u otras necesidades específicas.
Además, se consideran factores como la seguridad, la resistencia al vandalismo y la armonización con el contexto urbano, especialmente en ciudades históricas o monumentales donde la integración estética es clave.
Aunque muchas de estas piezas han sido reemplazadas con el tiempo para cumplir con normativas de seguridad y accesibilidad, algunos elementos antiguos todavía pueden encontrarse en espacios públicos, despertando nostalgia e interés histórico.
Su diseño, materiales y disposición en el espacio público pueden convertirse en símbolos distintivos que permiten reconocer un lugar de un solo vistazo.