Ermita de San Lázaro (Trujillo)

Se ubica en el extremo meridional del casco urbano, junto al trazado de la antigua carretera nacional N-5, actual vía secundaria de la Autovía del Suroeste.

El estanque que dio lugar al actual parque de San Lázaro era en aquella época un lavadero público.

[5]​ La cofradía tenía tierras con las que financiaba el funcionamiento del edificio, como lazareto y como ermita, pero también existía el apoyo de familias nobles.

[5]​ En 1630, mediante un contrato con la cofradía se declaró permanentemente patrón del edificio a Luis de Tapia y Paredes y sus descendientes por mayorazgo, obligándose esta familia noble a llevar a cabo las reparaciones que necesitase el edificio; este patronazgo fue reconocido en una bula de Urbano VIII en 1631.

Se accede al templo por su imafronte, formado por un atrio y un pórtico, separados por un gran arco rebajado sobre el cual destacan las armas en relieve de la familia noble Paredes-Tapia; dentro del pórtico, la portada es de arco conopial.

La espadaña se ubica junto al pórtico en el lado del Evangelio.

En la sacristía hay un cuadro exvoto de 1872 que representa al trujillano Francisco del Rosal cayéndose desde lo alto del castillo de la ciudad; este trujillano lo donó a la ermita al considerar que se salvó gracias al Cristo de la Salud.

[10]​ En el centro del jardín que hay frente a la ermita se conserva una cruz de piedra, formada por una columna en cuya basa hay tres círculos escalonados, apoyándose la cruz en un capitel de acanto y volutas.

Históricamente esta cruz unía la ermita con un calvario que se ubicaba en la actual calle de las Cruces.