La segunda, en 1817 bajo dominio holandés, dio carácter oficial a los soportes heráldicos.
El escudo está timbrado con una corona belga de conde.
Bajo dominio napoleónico las figuras de San Miguel y del demonio fueron doradas.
Bajo dominio holandés, San Miguel volvió a representarse de plata y en el timbre se añadió una corona de marqués.
[1] La corona holandesa de marqués es abierta y está adornada con ocho florones, cinco a la vista.