Estadio Regional de Chinquihue

Todo gestionado por el Intendente de la época, Juan Soler Manfredini.

Ya en la década de 1930 un primer esfuerzo se había tirado por la borda al no aprovecharse recursos que esperaban por la voluntad de los regentes del fútbol para iniciar las obras.

Ya instalada la dictadura militar, el intendente Juan Soler Manfredini acogerá la propuesta de los arquitectos Parra y Contreras para levantar el coliseo, que se emplazaría en Chinquihue (sector localizado a unos 10 kilómetros del centro de Puerto Montt).

Las obras en el recinto –que se adquirió para construir un gran polideportivo con medialuna, autódromo y canchas auxiliares- se iniciaron en 1976, y en la primera fase hubo que nivelar, drenar y habilitar los terrenos (usados en faenas agrícolas antes de su adquisición), tarea que se encargó a los trabajadores del fenecido PEM (plan de empleo mínimo) implementado por el régimen de Pinochet.

1980 será el año clave para el Chinquihue, ya que la Dirección General de Deportes del Estado (DIGEDER, que paso a llamarse un tiempo CHILEDEPORTES y hoy en día es el IND) compromete 18 millones de pesos para agilizar las obras, que por lo demás se encontrarían bastante avanzadas al iniciar la década.

El importante avance despierta tímidamente a la afición futbolera de Puerto Montt, que empieza a pensar en algún evento que bautice formalmente el nuevo estadio.

Vargas, felizmente para esta historia, aceptará el cargo y al momento de asumir la presidencia (el 8 de junio de 1980) presentará tres proyectos emblemáticos para su gestión: finalizar las obras del estadio, lograr la fusión con la Asociación Melipulli y obtener la sede para el 39.º Campeonato Nacional de fútbol amateur que se efectuaría en 1982 y que sería el evento tan añorado por la afición local.

El sueño de 1936, derrumbado en 1960 y castigado en 1973, tenía un final feliz.

Había que concluir, eso sí, con un digno cometido en el torneo, que recibiría a siete representativos de distintos puntos del país: Llay-Llay, Punta Arenas, Temuco, San Vicente de Tagua Tagua, Paine, Valdivia y Arica, quienes junto al local bregarían en un torneo de todos contra todos en pos del título nacional.

En tanto, Arica, que llegaba como favorito a la cita, había enredado increíblemente el título en la penúltima fecha, igualando con Temuco 1-1, por lo que se encontraría con el local en la última jornada, igualados en 9 puntos.La tarde del domingo 14 de febrero de 1982 estaba llamada a ser histórica para los puertomontinos, sin embargo, bajo una incesante lluvia de verano, ambas escuadras no se hicieron daño en el marcador empatando 0 a 0 y postergaron la definición del título para el martes 16.

Esa tarde, Puerto Montt alejó los fantasmas que rondaron dos días antes y en una maciza presentación, derrotó a los ariqueños por 5-1 logrando el título nacional ante más de 15 mil espectadores.

La única traba o deuda pendiente del estadio era no contar con iluminación artificial para poder albergar duelos en horario nocturno, un proyecto postergado por años, pero que finalmente vio la luz con la ayuda del Gobierno Regional.

En lo netamente futbolístico y para la sorpresa de todos, el cuadro albiverde se puso en ventaja de 2-0 a penas cuando el reloj marcaba los 20 minutos, con dos goles del goleador argentino, Walter Otta.

Desde 2012 y hasta mayo de 2013 se ejecutó la última etapa de remodelación del recinto deportivo, en esta etapa del proyecto, el estadio quedó habilitado bajo la normativa FIFA y aumentó su capacidad a 10 mil espectadores, además permitió la instalación de cubiertas en las graderías norte y sur.

Sumándose a las obras pertenecientes al legado Bicentenario del actual gobierno.

Fueron claves para esta decisión el Estadio Chinquihue y los campos de entrenamiento Complejo Deportivo Viejos Cracks, Villa Artesanía, Antonio Varas y Estero Lobos, los cuales fueron remodelados.

Además, se consideró la conectividad, la hotelería y el involucramiento de la comunidad.

Imagen panorámica del Estadio Bicentenario de Chinquihue.