[12] El Niño es un evento climático natural ocasionado por la Oscilación del Sur, conocida popularmente como El Niño o también en círculos meteorológicos como El Niño-Oscilación del Sur o ENOS (en inglés ENSO, El Niño-Southern Oscillation), mediante la cual el calentamiento del Océano Pacífico ecuatorial oriental resulta en el desarrollo de aguas inusualmente cálidas entre la costa de América del Sur y la Línea Internacional de Cambio de Fecha.
[6] Este fenómeno afecta notablemente la temperatura superficial promedio global del planeta.
[13] Durante un evento de El Niño, los vientos alisios de este a oeste mueren, generándose temperaturas más cálidas del aire en las partes oriental y central del Pacífico tropical.
[21][22][23] Dado que la temperatura promedio de la Tierra ya ha aumentado en 1,2 °C desde la época preindustrial, un evento de El Niño en 2023-2024 lo suficientemente importante podría incluso empujar al planeta, temporalmente, a un calentamiento superior a 1,5 °C.
[34] Durante la última semana del mes, olas de calor extremo exacerbadas por El Niño afectaron a varios territorios en Bangladés, Filipinas, India y Tailandia.
[35] En Costa Rica, la falta de lluvias y la alteración de los vientos han impactado la generación eléctrica del país, basada casi al 99 % en tecnologías limpias como la eólica, la hidroeléctrica y la geotérmica.
Para poder cubrir la demanda, el país ha tenido que importar energía eléctrica y directamente comprar combustibles fósiles para operar las plantas térmicas a un costo estimado en 145 millones de dólares.
[37] Se estima que al avanzar el fenómeno de El Niño a lo largo del año se afectará de manera negativa el transporte marítimo internacional y la economía del país.
[39] Este hecho aumentó la mortalidad de los árboles tropicales especialmente en áreas afectadas por las sequías.
Las temperaturas mínimas serán mayores que lo habitual en casi todo el país, excepto en Patagonia, y las máximas serán particularmente más cálidas en la costa norte y centro-sur, aunque en Santiago solo hay un 30-40% de probabilidad de temperaturas máximas sobre lo normal.
En contraste, entre las regiones de O'Higgins y la Araucanía, se espera que las precipitaciones estén bajo lo normal.
Estos patrones muestran la variabilidad de El Niño y cómo no todos los inviernos bajo su influencia siguen el mismo patrón, lo que implica una incertidumbre constante en los impactos específicos del fenómeno, especialmente durante la actual Megasequía que sugiere cambios climáticos rápidos y significativos.
[42] Entre los mayores eventos atribuibles a El Niño en Chile ocurrió en junio cuando un temporal de lluvias azotó a la zona centro sur y extremo sur del país, el cual fue causado parcialmente por El Niño.
[43] Dos meses después ocurre un temporal en agosto, también atribuible al fenómeno de El Niño, que afectó a las regiones entre Valparaíso y el Biobío,[44] el dejó tres muertos y más de 30 mil damnificados.
Las lluvias caídas durante 2023 han reabastecido el sistema embalses y causes naturales en el país (particularmente entre las regiones Metropolitana y de La Araucanía), permitiendo cubrir una fracción del déficit hídrico originado por la supersequía que afecta al país.
[47] En el sur del país, las sequías también han afectado los cultivos de papa, cebolla, maíz y ajos.
[48] Asimismo, en la costa, las aguas cálidas ahuyentan a varias especies de pescado como la anchoveta, generando impactos negativos en la actividad pesquera y la muerte de especies como lobos marinos y pelicanos.
Se han alcanzado nuevos récords de temperaturas diurnas y nocturnas en varias ciudades del país en regiones como Apurímac, Arequipa, Cusco, Junín, La Libertad, Lima, Loreto, Moquegua, Tacna y Tumbes.