[2] La agudeza visual es la capacidad de los ojos para detectar detalles finos y es la medida cuantitativa de la capacidad del ojo para ver una imagen enfocada a cierta distancia.
[2] Esto a menudo se mide con un Test de Snellen o un gráfico LogMAR.
Al mirar a través del retinoscopio, el médico puede estudiar el reflejo lumínico de la pupila.
Según el movimiento y la orientación de este reflejo retiniano, se mide el estado refractivo del ojo.
La información devuelta al instrumento proporciona una medición objetiva del error de refracción sin hacer preguntas a los pacientes.
El oculista cambiará los lentes y otros ajustes mientras solicita al paciente su reacción con el fin de averiguar qué juego de lentes proporciona la mejor visión.
Un examen de la función pupilar incluye inspeccionar las pupilas para ver si tienen el mismo tamaño (1 mm o menos de diferencia puede ser normal), forma regular, reactividad a la luz y acomodación directa y consensuada.
Esto se debe a que el ojo izquierdo no responderá al estímulo externo (vía aferente), pero aún puede recibir señales neurales del cerebro (vía eferente) para contraerse.
Los movimientos sacádicos se evalúan haciendo que el paciente mueva el ojo rápidamente hacia un objetivo en el extremo derecho, izquierdo, superior e inferior.
Este método se prefiere a la prueba del dedo meneo que se utilizó históricamente porque representa una forma rápida y eficiente de responder a la misma pregunta: ¿se ve afectado el campo visual periférico?
También puede ser deseable la palpación del borde orbitario, según los signos y síntomas que se presenten.
El examinador observa las estructuras oculares iluminadas, a través de un sistema óptico que magnifica la imagen del ojo y el paciente está sentado mientras se examina, y la cabeza estabilizada por un mentonera ajustable.
La tinción con fluoresceína antes del examen con lámpara de hendidura puede revelar abrasiones corneales o infección por herpes simple.
Se puede pensar en el ojo como un compartimento cerrado a través del cual hay una circulación constante de líquido que mantiene su forma y presión interna.
[4] Se puede obtener una visión limitada a través de una pupila no dilatada, en cuyo caso los mejores resultados se obtienen con la habitación a oscuras y el paciente mirando hacia el rincón más alejado.
Esta parte del examen se realiza a una distancia de unos 50 cm y suele ser simétrica entre los dos ojos.
[4] A menudo se recomienda que los niños tengan su primer examen de la vista a los seis meses de edad, o antes si un padre sospecha que algo anda mal con los ojos.