Expedición ártica de Andrée

[2]​ La segunda mitad del siglo XIX es llamada en ocasiones como la era heroica de las expediciones polares.

S. A. Andrée compartía esta visión, y sus planes para su viaje en globo encuadra perfectamente en el patrón de esa era.

[5]​ Adicionalmente las cuerdas de arrastre presentaban muchos problemas descubiertos más tarde: se pueden romper, caerse, enredarse entre ellas o atascarse en accidentes del terreno; esto, junto con el hecho de que el globo navega peligrosamente cerca del suelo, puede conducir a una colisión.

Actualmente nadie considera seriamente que las cuerdas de Andrée puedan ofrecer un método confiable para controlar un globo aerostático.

A diferencia de Noruega (entonces en unión personal con Suecia, pero políticamente subordinada) que había realizado grandes avances en los viajes polares, incluyendo al gran explorador polar Fridtjof Nansen, Suecia no tenía nada que mostrar en este frente.

[6]​ La élite política y científica sueca estaba ansiosa de que Suecia tomara el liderazgo entre las naciones escandinavas.

En cuanto a la capacidad de control, mostró sus experimentos con el Svea, asegurando que alcanzar hasta 27 grados con respecto al curso del viento era rutina.

La fe en los expertos y en la ciencia era común en la prensa popular, pero con la atención internacional llegó, por primera vez, la crítica informada.

Andrée planeaba viajar en 1896 y tenía entonces a varios candidatos voluntarios para tomar un puesto como expedicionarios.

Los autores modernos coinciden en que el plan de Andrée para la expedición ártica no era realista en absoluto.

Hoy se sabe que en Danskøya predominan los vientos del norte, pero a finales del siglo XIX el conocimiento sobre el clima ártico no era más que conjeturas, incluso para expertos como Ekholm, quien no objetó las teorías de Andrée.

Por otro lado, Ekholm era escéptico sobre las posibilidades del globo de retener el hidrógeno y realizó algunas medidas al respecto.

Los expedicionarios habían sido despedidos por masas jubilosas tanto en Gotemburgo como en Estocolmo y regresaban ahora sin nada, salvo una larga espera por vientos apropiados en Danskøya.

Tras la cancelación del despegue de 1896, el entusiasmo por participar en la expedición en un segundo intento en 1897 no fue tan alto.

Sin embargo no faltaron los candidatos y Andrée escogió al ingeniero de 27 años Knut Frænkel para reemplazar a Ekholm.

Sus anotaciones en el diario meteorológico han permitido reconstruir los movimientos de los tres hombres con una notable exactitud .

El 11 de julio sopló un viento sostenido del sudoeste y los expedicionarios se decidieron a partir.

El equipo de soporte en tierra cortó las últimas sogas que anclaban al globo y este empezó a elevarse lentamente.

Pronto el globo alcanzó los 700 m de altura, lo cual no figuraba en ningún plan.

Los viajeros tenían dos formas de comunicarse con el resto del mundo: boyas y palomas mensajeras.

Toda la arena y parte del equipaje habían sido tirados por la borda para manternerse a flote.

La más famosa de ellas es, tal vez, aquella en la que Andrée y Frænkel están junto al Águila caída.

Lunström señala cuánto trabajo extra y agonizante les costó a los exploradores mover los rígidos trineos que Andrée había diseñado, muy diferentes a los trineos usados por los inuit, los cuales resultaron imprácticos para el difícil terreno —«Horrible terreno», describía Andrée—, con canales separando las placas de hielo, altos muros de hielo y depósitos de agua líquida parcialmente congelados.

Tras una semana, botaron una gran cantidad de comida y otros aparejos que no consideraron completamente necesarios para reducir el peso a 130 kg por trineo.

Strindberg, el menor, habría muerto primero y fue enterrado (puesto a lo largo de una grieta) por los otros.

Kvitøya era conocida como un buen sitio para la caza de morsas y la neblina era relativamente tenue.

Al no alcanzar la otra nave, los periodistas y la tripulación del Isbjørn se dirigieron a Kvitøya ellos mismos.

En su artículo de 2004 «Recovering the Visual History of the Andrée Expedition: A Case Study in Photographic Research», Tyrone Martinsson se lamenta del enfoque tradicional de los investigadores sobre las fuentes escritas, los diarios, y apunta a las fotografías como fuentes primarias con importancia histórica.

Estas imágenes son únicas, tanto por su carácter documental como por la prontitud de John Hertzberg en revelarlas.

En 1983, el compositor estadounidense Dominick Argento creó un ciclo de canciones para barítono y piano titulado The Andrée Expedition.

S. A. Andrée y Knut Frænkel con el accidentado globo en la banquisa , fotografiados por el tercer expedicionario Nils Strindberg . La película expuesta de esta fotografía, junto con otras de la expedición, se recuperó en 1930.
S. A. Andrée (1854–97).
El aerostato Svea de Andrée en 1894.
Dibujo en un diario mostrando a Andrée en una isla del Báltico intentando controlar el Svea durante un fuerte viento.
Juego de salón sueco sobre el viaje de Andrée. Se muestran osos polares tratando de agarrar las cuerdas de arrastre del globo.
Visión de un artista francés de la partida en Svalbard del globo.
Fábrica de globos de Henri Lachambre en París, donde se fabricó El Águila .
Tripulación de la expedición planeada para 1896. De derecha a izquierda Nils Gustaf Ekholm, Nils Strindberg y S. A. Andrée.
Expedición del Aftonbladet mostrando la festiva despedida de Estocolmo en la primavera de 1896.
Knut Frænkel (1870–97).
El Águila con sacos de arena que mantienen el globo lleno de hidrógeno en tierra previa partida.
El globo, la tripulación y personal de tierra pocos minutos antes del despegue.
El Águila vuela hacia el norte. Fotografía tomada desde el vapor Virgo .
Mapa de la ruta tomada por los expedicionarios, hacia el norte desde Danskøya en globo y hacia el sur hasta Kvitøya a pie.
Frænkel (a la izquierda) y Strindberg con el primer oso polar que cazaron.
Strindberg con zapatos de nieve tirando de un trineo pesado y no apto para el terreno.
Cruzando un canal con el bote de seda.
Plano de Strindberg para su refugio de invierno sobre el hielo polar , el cual fue usado por pocos días antes de que el hielo se rompiera bajo ellos.
Escolares en Liljevalchs konsthall en Estocolmo, en una presentación de los descubrimientos de Kvitøya.
Los restos de los tres hombres son llevados directamente del barco al centro de Estocolmo bajo manifestaciones de duelo nacional. Foto de prensa del 5 de octubre de 1930.