Fantasmas (novela de Dean Koontz)

Snowfield está completamente muerto, incluso sin presencia de mascotas o animales por los alrededores.

Estos se hallan completamente amorotonados e hinchados, con una rigidez cadavérica inusualmente alta, manteniendo en sus caras miradas congeladas de puro terror, con los ojos desorbitados y lenguas colgando de la boca.

Aparte de estos descubrimientos, las chicas advierten que toda comunicación (teléfonos y radios) con el exterior ha sido deliberadamente cortada.

Una pequeña unidad militar especializada en guerra química y bacteriológica del cuerpo de sanidad del Ejército es enviada a Snowfield para investigar lo ocurrido y poner en cuarentena a los supervivientes, pero poco tiempo después, ante el escepticismo de los militares, los nuevos refuerzos comienzan a ser víctimas de la fuerza fantasma que domina Snowfield.

Esto da un rayo de esperanza a los supervivientes, que hacen un descubrimiento fundamental: la criatura posee un órgano vital que está localizado en su núcleo, oculto bajo tierra, y sus células tienen una estructura molecular muy parecida al petróleo y otros combustibles fósiles.

Con esta nueva información, los desesperados protagonistas intentan destruir al Antiguo Enemigo mediante una bacteria que degrada los hidrocarburos, y que es capaz de aniquilar al ser multiforme hasta su núcleo.

Se alimenta rodeando completamente el cuerpo de sus víctimas, matándolas por asfixia, para luego aplastarlas bajo su masa (provocando el amorotonamiento general del cuerpo), inoculándole a través de la piel un conservante para evitar su descomposición (lo que explica el hinchamiento y la rigidez extrema de los cadáveres).

Fue dirigida por Joe Chappelle, producida por Neo Art & Logic, y distribuida por Dimension Films.