Su mantenimiento corresponde a la Autoridad Portuaria de Almería.
Es automático, eléctrico y alimentado por energía solar.
[2] En 1859 se decidió construir un faro de primer o segundo orden, de eclipses o destellos.
[3] Situado sobre una torre cilíndrica de sillería de veinte metros de altura colocada sobre un edificio rectangular y fortificado con dos castilletes en semicírculos, almenados y con aspilleras para la defensa del faro.
Por su enorme aislamiento y la posibilidad de algún asalto, se le dotó extraordinariamente con una plantilla de cuatro «torreros» para el mantenimiento del faro.