Luego de disuelto el Pacto de Unión y Solidaridad, se hicieron varios intentos por reconstruir una organización que agrupase a las diversas organizaciones obreras españolas.
En su segundo congreso celebrado en Madrid en 1901, convocado por su secretario Francisco Soler, se representaron 73.000 afiliados, y se adoptó la huelga general como método más idóneo para la emancipación obrera.
En su tercer congreso, celebrado en Madrid entre el 14 y 16 de mayo de 1903, participaron 30 delegados representando a unas 100 sociedades obreras; se aprobó la enseñanza laica, el moderamiento de la huelga y se recomendó la práctica de la solidaridad.
En el cuarto congreso, celebrado en Sevilla entre el 15 y 18 de mayo de 1904, se acordó repudiar los medios políticos, ratificando la huelga general como método; la participación fue sensiblemente menor.
El quinto congreso volvió a Madrid, y tuvo lugar entre el 16 y 19 de mayo de 1905, fue un fracaso, previendo un sexto congreso en La Coruña, que nunca llegó a realizarse.