Manlleu

En 1986 se produjo el hallazgo de dos esqueletos en un silo subterráneo que se remontan a la época calcolítica (2000-1800 a. C.) y que revelaron la existencia de un establecimiento al aire libre dedicado a la agricultura y la ganadería.

No obstante, de la época romana solo se han encontrado varios hallazgos aislados.

En dicho documento aparece el nombre de la población con las formas "Mauseolo" y "Mesleolo"; en documentos medievales posteriores la forma predominante será "Mesleo" hasta el siglo XII en que surge por primera vez como "Manleo" y "Manlevo".

A principios del siglo XVI se produjo el último ensanchamiento del antiguo núcleo amurallado, incorporándose al antiguo recinto medieval el espacio que ahora ocupa la plaza de Dalt Vila, a pesar de lo cual la población empezó a establecerse también fuera de las murallas.

Tras una etapa de decadencia del monasterio, en 1571 se rehízo el claustro, en estilo gótico-renacentista.

Durante el siglo XVIII, Manlleu vivió una etapa de prosperidad demográfica y económica.

Además, se formó el primer ensanche en la zona del Baix Vila.

Este hecho señala el precedente que desencadenará el gran desarrollo textil del siglo XIX.

Hacia la segunda mitad del siglo XIX, se intensificó la especialización en los tejidos de algodón que se había iniciado en el siglo anterior y tuvo lugar un rápido desarrollo industrial.

A mediados del siglo XIX, el lugar tenía una población de 1991 habitantes.

El crecimiento industrial propició un rápido incremento demográfico que hizo necesario un planeamiento urbanístico llevado a cabo por J. Calvet en 1883 en el que se proyectaron el ensanche del Baix Vila y la plaza de Fra Bernadí.

Los primeros años del siglo XX se vieron condicionados por la crisis textil provocada por la pérdida de los últimos mercados coloniales.

Los conflictos sociales a partir de entonces fueron graves y comportaron grandes penurias para la población, pero la Primera Guerra Mundial revitalizó la industria catalana y, por ende, la manlleuense.

El fuerte anticlericalismo comportó la expulsión del clero y la destrucción de la iglesia.

Con la liberalización económica, a partir de 1959 Manlleu experimentó un crecimiento en todos los ámbitos.

El inicio del siglo XXI ha visto un nuevo impulso de la actividad económica que ha comportado un notable incremento demográfico y urbanístico debido a la inmigración procedente del extranjero.

Conserva casas de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Actualmente estas viviendas están siendo sustituidas por bloques de pisos y el barrio está perdiendo su antigua fisonomía.

Es una zona a la vez residencial e industrial y de las que ha experimentado mayor expansión urbanística en los últimos años.

La agricultura y la ganadería han perdido hoy la importancia que tuvieron en otras épocas.

El sector principal de la economía es el industrial, muy diversificado (metalúrgica, alimentaria y química).

Se cuenta que el obispo Morgades regaló rapé manlleuense al papa León XIII.

Una leyenda etimológica atribuye la creación de la palabra "esquirol" ('obrero que trabaja durante una huelga') a una huelga acaecida en Manlleu a mediados del siglo XIX.

Panorámica de Manlleu desde la ermita de San Jaime
Sant Esteve de Vilacetrú, Manlleu
Plaza de Fra Bernadí
Ermita de San Jaime
Iglesia de San Pablo, Manlleu
Pisos de Can García, Manlleu
Santuario de Puig-agut