[2] Esta última fase del torneo fue disputada por Atlético Nacional, quien eliminó en semifinales a Alianza Petrolera con un global de 3:0, y Millonarios, que superó a Real Cartagena en la fase previa al ganarle 6:1 en el partido de ida y perder el juego de vuelta en Cartagena dos goles a cero.
[2] Esta fue la primera ocasión en que Atlético Nacional y Millonarios se encontraron en una final de un campeonato local.
[17][18] En cuanto al historial de partidos, hasta el día 12 de noviembre, indica un balance favorable para Millonarios: en el marco local han jugado 239 partidos oficiales, de los cuales «Los Azules» han ganado 94 partidos, los antioqueños han salido victoriosos en 69 ocasiones y empataron 76 veces;[19] mientras tanto, en el plano internacional se han enfrentado 16 veces: Millonarios ganó 6 juegos, Atlético Nacional triunfó 4 veces y empataron los 6 restantes.
[15] Aunque en la actualidad este encuentro es ampliamente considerado un derby, en los primeros años de historia del fútbol colombiano era visto como un partido común sin atenuante alguno, dado que aún no se había generado rivalidad alguna entre ambas instituciones.
En una época en la que el narcotráfico en Colombia se inmiscuía en el fútbol sobornando árbitros y otorgando dinero ilegal a los equipos,[21] con Pablo Escobar que apoyaba a los equipos antioqueños[22] y Gonzalo Rodríguez Gacha incondicional de Millonarios,[23] el árbitro del partido —el chileno Hernán Silva— a priori tendría un rol relevante que finalmente tomó;[6] cuando transcurría el minuto 67 en el El Campín y Millonarios ganaba 1:0 —empatando así la serie—, el arquero del equipo verde, René Higuita, cometió un claro penal sobre el jugador «embajador» Arnoldo Iguarán que el árbitro chileno no cobró, suceso que despertó ira en los jugadores azules e intentaron agredir al juez central al término del partido.
De esta forma, la serie finalizó 3:2 para Atlético Nacional quien avanzó hasta la final y quedó subcampeón contra Grêmio.
[2] Atlético Nacional, que fue ubicado en el grupo B, culminó su participación en esta fase como líder con 19 puntos, producto de seis triunfos, un empate y tres derrotas.
[34] Una vez clasificado, Nacional consiguió su sexto triunfo —quinto consecutivo— al ganarle en casa al equipo cordobés, Jaguares, con anotaciones de Fernando Uribe y Óscar Murillo que sellaron un dos goles a cero.
[42] Igualmente, en los últimos dos partidos sufrió dos derrotas: el 22 de mayo como local frente a Envigado F.C.
[2] El equipo «embajador» jugó su primer encuentro del torneo en condición de local, el 13 de febrero, cuando goleó a Expreso Rojo cinco goles a uno; los tantos fueron hechos por Luis Mosquera (tres veces), Yuber Asprilla y Erik Moreno.
[46] Ulteriormente, vinieron dos empates consecutivos para «Millos»: seis días después del triunfo sobre Bogotá F.C., se midió a Santa Fe en el Clásico bogotano en un partido que finalizó empatado a un gol, gracias a José Luis Tancredi que marcó para «Los Azules»;[47] y el 21 de marzo se dio el otro empate, frente al metense Llaneros en el Manuel Calle Lombana de Villavicencio, con idéntico marcador (1:1) y gol de Yuber Asprilla.
[49] Tras este triunfo, nuevamente llegó una serie consecutiva de empates para Millonarios, esta vez fueron tres.
como local y con goles de Freddy Montero, en dos ocasiones, finalizaron 2:2;[50] luego, seis días después, se enfrentó nuevamente en el derby bogotano a Santa Fe y, como en el anterior clásico, quedaron uno a uno con un tanto de Wason Rentería para los «embajadores»;[51] y el tercer empate se dio en un partido aplazado de la sexta fecha, frente a Expreso Rojo en el estadio Jorge Torres Rocha de Facatativá, en el que culminaron cero a cero.
[52] Posteriormente, por la novena jornada, el 22 de mayo, se midieron en el Nemesio Camacho El Campín frente a Llaneros y golearon cuatro a uno al equipo metense, con goles de Wason Rentería (dos veces), Dahwling Leudo y Cristhian Alarcón;[35] de manera que con esta victoria, Millonarios se clasificó anticipadamente a la siguiente fase.
[53] En los octavos de final, al primero del grupo B, Atlético Nacional, le correspondió disputar la llave con el mejor tercero tres,[2] Deportivo Pasto;[54] mientras tanto, Millonarios debió definir la serie con el mejor tercero uno,[2] Junior.
[55] Tras la buena ventaja sacada en San Juan de Pasto, tres semanas después disputó el encuentro definitorio en su casa, el estadio Atanasio Girardot, en donde confirmó lo hecho en la ida y ganó uno a cero gracias a una anotación del delantero Juan Pablo Ángel, y de esta forma clasificó a la siguiente fase.
[62] Sin embargo, en el segundo juego de la serie disputado el 18 de septiembre, Fortaleza ganó a Millonarios como visitante con idéntico marcador (1:3) —para Millonarios marcó Wason Rentería— y, debido al empate global (4:4), forzó los tiros desde el punto penal, en donde el equipo «azul» salió victorioso con un marcador de cinco a cuatro y así avanzó a la siguiente fase.
[67] A su vez, el equipo «embajador» tuvo que disputar esta serie con su similar bolivarense, el club Real Cartagena, que en la fase anterior eliminó al Deportivo Cali con un tanteador global de cinco anotaciones a tres.
[92] No obstante, el equipo «verde» presentó una apelación contra la sanción que finalmente sería infructuosa y no pudo usar tal estadio para ese partido, consecuentemente tuvo que emplear como local para ese partido el estadio Polideportivo Sur de Envigado.