La obra incluye un largo prólogo en varios capítulos, dirigido a demostrar la falsedad de los encantamientos.
Florsiando nace durante un viaje de Corisanda por mar y es confiado a la custodia de un ermitaño llamado Enselmo, en una tierra desconocida, mientras Corisanda se retira a la vida religiosa en una isla.
El grupo se divide para prestar auxilio a diversos territorios atacados por los infieles (Gran Bretaña, Gaula, la Ínsula Firme).
Arquisil es enviado a Roma con una embajada del rey Arbán, para pedir al emperador apoyo militar para hacer frente a los ataques que sufre Gran Bretaña y de interceder ante el papa para tratar de poner fin al encantamiento del rey Amadís y otros famosos caballeros.
Ambas peticiones son aceptadas y el papa prepara un grupo de monjes para que se dirijan a la Ínsula Firme.
El príncipe Arquisil, armado caballero por Florisando, parte hacia Gran Bretaña al frente de una fuerte armada; otro ejército se dirige a Mongaza, y un tercero, encabezado por Florisando, a la isla de Perdición.