Fundado en 1957, el FFP «trabaja para prevenir conflictos violentos y promover la seguridad sostenible».
El Índice de estados frágiles evalúa las presiones que experimentan los países en función de indicadores sociales, económicos y políticos, como las presiones demográficas, los flujos de refugiados, el desarrollo económico desigual o el declive económico grave y los derechos humanos, entre otros.
[5] Esto no quiere decir que todos los países de la lista se consideraran de un modo u otro fallidos, sino que se trabajaba con 12 indicadores[6]sociales, económicos, políticos y militares tales que, al final de la lista, quedaban los países objetivamente fallidos.
[9]El FFP elabora también una clasificación opuesta, el Índice de estados resilientes.
En el nivel de "advertencia" se encontraban muchos países latinoamericanos o exsoviéticos, entre ellos Moldavia, Rusia, Bielorrusia, Colombia, Bolivia y México.
[18] El FFP trabaja con diversas empresas privadas en los sectores de petróleo, minería, agronegocios, energía renovable e infraestructura, tanto en zonas estables como en conflicto alrededor del mundo.
CAST se creó en 1996 como un sistema para localizar y analizar conflictos potenciales en estados fallidos.
Originalmente llamado Proyecto de respuestas regionales a guerras internas, este programa pretendía arrojar luz sobre las organizaciones regionales y su "voluntad política" de mantener relaciones pacíficas.
El Fondo para la Paz cree que, a través de estas relaciones ampliadas, la comunidad internacional puede trabajar unida para mantener la paz en zonas típicamente violentas.
A lo largo de 2 años, estos foros se celebraron en Pensilvania, Ohio, Nuevo México, Alabama, Idaho, Florida y California.
El Informe final, titulado El uso y el propósito del poder estadounidense en el siglo XXI,[24] destaca 5 puntos principales: Los esfuerzos del Fondo para la Paz en la política exterior de los Estados Unidos se basan en el temor al "desbordamiento" (spillover, que el terrorismo o la delincuencia incubados en un Estado fallido se extienda a otros) y a la influencia y multiplicación de los Estados fallidos.
Otra iniciativa pasada del FFP es la serie Globalización y derechos humanos.
El Fondo para la Paz no limita sus alianzas a sectores seleccionados.
El Fondo para la Paz se asoció con el Centro para la Innovación en Gobernanza Internacional en 2007.
La conferencia concluyó con un apoyo unánime al Derecho internacional humanitario y con el Consenso del Bósforo.