Forma en arco

Las secciones no tienen porqué repetirse necesariamente de forma exacta, siempre que se repita la mayor parte del material temático.

[4]​[5]​ Algunos músicos llegan incluso a utilizar un proceso retrógrado de A en la última parte, como en el caso de Guillaume de Machaut en el rondó Ma fin est mon commencement, o por ejemplo Alban Berg, en su Suite Lírica (1926), donde el scherzo anotado como Allegro misterioso se reintroduce en su forma retrógrada después del Trio estatico.

Entre los compositores contemporáneos, se puede notar que Luigi Dallapiccola lo ha utilizado varias veces (Cinque canti, Ulisse o Commiato),[5]​ así como Steve Reich, por ejemplo en Reich/Richter o Music for 18 Musicians.

Para el musicólogo Paul Wilson, esta forma se crea del interés a través de la interacción entre "memoria, variación y progresión".

Aunque la forma parece estática y niega el progreso, los pares de movimientos crean un "proceso no direccional" con el centro, y la forma "engendra en realidad posibilidades expresivas específicas, que de otro modo no estarían disponibles para la obra en su conjunto".