No tuvo éxito en la defensa de Mons frente al ataque francés.
Promovió la construcción de una capilla real dedicada a san José en Waterloo, en 1687, en un intento por ganarse el favor de la Corte, pero tuvo que regresar a Madrid por haber fracasado en la defensa de Mons.
En 1694 fue nombrado virrey de Cataluña,[7] permaneciendo en el cargo hasta 1696.
[3] Tuvo que hacer frente a una invasión francesa durante la guerra de la Gran Alianza.
Nunca se casó y tras su muerte el marquesado pasó a su hermano, Íñigo Eugenio de Agurto y Salcedo.