Francisco Antonio de Agurto

No tuvo éxito en la defensa de Mons frente al ataque francés.

Promovió la construcción de una capilla real dedicada a san José en Waterloo, en 1687, en un intento por ganarse el favor de la Corte, pero tuvo que regresar a Madrid por haber fracasado en la defensa de Mons.

En 1694 fue nombrado virrey de Cataluña,[7]​ permaneciendo en el cargo hasta 1696.

[3]​ Tuvo que hacer frente a una invasión francesa durante la guerra de la Gran Alianza.

Nunca se casó y tras su muerte el marquesado pasó a su hermano, Íñigo Eugenio de Agurto y Salcedo.