Richard Collin (Luxemburgo, 1626-Bruselas, c. 1697) fue un grabador y dibujante flamenco,[1] calcógrafo del rey Carlos II de España.
Destacó principalmente como grabador de retratos, a menudo ricamente enmarcados con aparato alegórico y alguna vez por pintura de Rubens, como en el caso del grabado dedicado al carmelita Domingo Ruzzola.
[6] En 1669 grabó en Amberes por dibujo de Jan Erasmus Quellinus la portada calcográfica del tratado de Johannes-Gualtherus Del-Bruggen Unio divinae et humanae domus dedicada al matrimonio del emperador Leopoldo I y la infanta Margarita, con sus retratos enmarcados en óvalos.
[7] Trabajos como estos, en cierto modo relacionados con la monarquía hispánica, podrían explicar que llegase a ser bien conocido en España y que ya en 1675 desde Sevilla se le reclamase el retrato de la beata Damiana de las Llagas para ilustrar la biografía que le había dedicado el padre Juan de Cárdenas.
[11] En 1678, con residencia en Bruselas, obtuvo el nombramiento de calcógrafo regio.