Como auditor, Coloma estaba a cargo de los asuntos militares.
Sin embargo, por temor a Salcedo, Sotomayor cedió ante Coloma y asumió el segundo puesto más alto.
Mientras Coloma permanecía en la ciudad, los socios de De la Peña aterrorizaron a su esposa para que no pudiera actuar al respecto.
Sin embargo, se presentó una protesta al Consejo de Indias con respecto a esta revisión.
Todos los consejos sobre los actos del gobernador venían de Coloma.
Coloma estaba con el gobernador León cuando este último se dirigió al convento de Tondó (Manila) con pleno despliegue militar.
El mismo día, Coloma, que entonces presidía la Real Audiencia de Manila como auditor principal, lo sucedió como gobernador general.
Los kapampangan pidieron ayuda a Coloma y, en una decisión histórica, los ocho mil pesos fueron devueltos al pueblo.