Francisco es llevado por sus padres todos los años a Francia, en donde suelen permanecer varios meses.
Pierde la vida su padre, mientras su madre solo sufre ligeras heridas, de las que afortunadamente se recuperará en forma rápida.
El 21 de noviembre del mismo año solicita por nota ―sin éxito―, se lo reconozca como ingeniero militar.
Este ―mediante una orden― felicita públicamente a de Arteaga y lo pone como ejemplo para sus camaradas, disponiendo simultáneamente que un ejemplar de dicha Orden se publique en el Boletín Militar, y que otro se adjunte a su legajo personal.
El mayor de Arteaga publica una obra denominada “La Guerra Actual”, compuesta por tres capítulos.
Ello resulta casi inexplicable para sus superiores, dado el promisorio porvenir que ―según sus antecedentes, estudios, actuación y conceptos lo hacen suponer―, le aguardaba su carrera militar.
Por ello solicita y se le concede permiso para ausentarse a Europa.
Llegará luego, incluso, a ser bombardeada por un nuevo y gigantesco cañón alemán de extraordinario alcance, cuya presencia ha sido tempranamente detectada mediante el análisis de sus efectos y trayectorias balísticas.
Su informe será luego confrontado con otro confiado ingeniero estadounidense Cooper, de gran experiencia, pues había actuado en Niágara.
Sin embargo, el destino querrá que se produzca un acontecimiento muy propicio para realizar tamaña empresa.
Trae consigo un notable cúmulo de actualizadas y valiosas experiencias técnicas en el campo aeronáutico.
Su capacidad ―por suerte para el futuro técnico de nuestro país―, no será desaprovechada.
Todos han de actuar en dichos países europeos, fundamentalmente durante 1924 y 1925.
Esta decisión, traduce la confianza que a las autoridades les merece el ingeniero de Arteaga.
Por razones estratégicas, se elige Córdoba como el lugar más adecuado para instalar la futura fábrica.
Ltd., denominado Avro tipo 504 K, el que en nuestro medio fuera conocido desde marzo de 1919 como “Avro-Gosport”.
En Europa, dichos aparatos, en algunas versiones, también empleaban a veces otro eficiente y prestigioso motor con igual potencia: el Hispano-Suiza V-12.
Hasta aquí los modelos de aviones cuyas licencias se habían adquirido.
Poco después se incorporarían al plantel técnico Felipe Beltrane y Jaime Barcesat, quienes, al igual que el ingeniero Taravella, el señor Costallat, el señor Massiá, y el señor Parasochka, habían sido enviados en equipo a Europa para su entrenamiento específico en aviones y motores a fabricar.
Al cabo del primer año, además de haber sido dedicado esencialmente a formar y capacitar al personal y a contemplar las instalaciones, ya se logran los primeros frutos.
Al Dr. Marcelo T. de Alvear le sucede quien fuera su antecesor y es su correligionario, señor Hipólito Yrigoyen.
Por otra parte, los tiempos económicos comienzan a mostrarse algo difíciles en todo el mundo, lo que ha de complicar la gestión del nuevo gobierno.
En lo sucesivo, cada año padecerán igual inconveniente, solucionando tardíamente mediante el citado irregular método.
El mismo es el primer gran motor de aviación construido en moderada serie destinado a aviones fabricados en igual forma en nuestro país y en Sudamérica.
Presenció también todas estas pruebas el entonces director general de Aeronáutica, coronel Jorge B.
La crisis económica mundial que afecta directa e intensamente a nuestro país, no impide que un mes después se finalice la construcción del primer avión de casa: el Dewoitine D-21, cuyo motor y hélice también fueran fabricadas en la F.M.A.
A principios del año 1931 se producen algunas interferencias con la autonomía de dirección gozada hasta entonces.
Pese a todas las gestiones para que se considere la propuesta y luego se convierta en ley, no se llega a concretar nada al respecto, no obstante los ensayos exitosos realizados con ese “Carburante Nacional”, que una comisión a tal efecto, integrada por destacados técnicos universitarios argentinos, considera positivos.
En Europa se seguiría empleando dicho carburante hasta los primeros años de la década del 50.
Sus retos han hallado cristiana sepultura en el cementerio San Jerónimo de dicha ciudad.