[1] Cuando el coronel de carabineros Antonio Escoda se comprometió solemnemente a sublevarse con las fuerzas a sus órdenes en 1870,[2] Ulibarri y Díaz de Rada prepararon un movimiento basado en la realización de este compromiso; pero Escoda no cumplió con su palabra, y fracasó el plan.
[6] El 7 de mayo, cerca de Arrigorriaga, se encontraron con una columna que había salido de Bilbao, y roto el fuego, la obligaron a retirarse precipitadamente al pueblo y fortificarse en él.
Al amanecer se vieron cercados por todas partes, y cuando la situación se iba haciendo ya muy crítica, llegó una fuerte columna del mismo Bilbao, salvándola de un copo seguro.
Posteriormente fue conducido a un caserío, donde se le hizo la primera cura y luego fue trasladado a la casa llamada Cacotegui-Gañecoa, cerca de Arechavaleta, donde fue preciso amputarle el brazo.
[11] Melchor Ferrer afirma que el general Ulibarri «era activo e inteligente y tenía la máxima autoridad por gozar de grandes simpatías».