En la actualidad está protegido y gestionado por el Museo Nacional de Filipinas.
[4][5] Las fortificaciones gemelas se erigieron sobre dos elevaciones contiguas al norte del núcleo urbano, llamados El Calvario y San Antonio, con vistas a la villa de Romblón y su puerto natural; fueron construidas por aldeanos de la isla bajo supervisión los frailes agustinos filipinos utilizando piedra de coral y caliza, dos materiales que abundan en esta región.
Poco después, el archipiélago (ubicado en el centro del archipiélago filipino) fue organizado en tres encomiendas, que serían administradas desde la villa de Arévalo.
[11] En 1635, los misioneros agustinos recoletos llegaron a la isla para establecer misiones (las llamadas «misiones agustinianas»)[12] y fundar los primeros asentamientos cristianos, ayudando en el proceso a las autoridades españolas a establecer el orden en las islas.
[13] En un ataque en 1646, los holandeses saquearon y destruyeron la villa de Romblón, que también era objetivo frecuente de los piratas musulmanes del sur Mindanao (especialmente de Sultán Kudarat), quienes en 1565 habían declarado la guerra a la Corona española en sus dominios del pacífico sur.