La decisión del comité nacional congeló los planes del parque, si bien debido a la pandemia de COVID-19 y otras circunstancias, todavía no se ha procedido a la señalización oficial (aunque sí está incluido en la lista de edificios protegidos conforme el artículo 3 de la Ley del Patrimonio Cultural Nacional de 2009).
[8] Debido a la urgencia del momento, su construcción se centró menos en el diseño arquitectónico y más en lo funcional, para que resistiera las redadas.
En su camino, los piratas moros intentaron evitar pasar directamente frente a las costas de Bantón y Romblon para eludir un enfrentamiento con San Pedro, a quien llamaban «el sacerdote combatiente».
Según el relato, desde entonces, la piratería musulmana en la isla fue prácticamente erradicada.
Los propios habitantes son gentes sencillas, dedicadas activamente a la ciudad que les vio nacer y, en ocasiones, ya sea en defensa contra los moros o contra los ladrones, siempre dieron muestras de valentía.