Está inspirada en el cuento Memorias de un wing derecho, del escritor argentino Roberto Fontanarrosa.
Campanella produce el filme con su empresa 100 Bares, en sociedad con Catmandú y la española Atresmedia Cine.
Aunque al principio le gana, Amadeo sale victorioso, y toda la gente del bar lo aclama.
Fuera del bar, Ezequiel conoce al Mánager (Coco Sily), quien le ofrece convertirlo en el mejor jugador de fútbol.
Al resto de los jugadores se los lleva una camioneta a una feria que Amadeo y sus amigos encuentran gracias a la estela que deja el pelo de Beto en el asfalto, cuando intentó subirse.
El Grosso, mientras tanto, trata de seducir a Laura exhibiendo su mansión y todo lo que hay en ella.
Más tarde, Amadeo desafía al Grosso a la revancha del partido de metegol que tuvieron cuando eran chicos.
En el proceso descubren que ya no quieren vivir más dentro del metegol.
Amadeo descubre la trampa, y convence a Capi de que recuperarán el pueblo ellos mismos.
También agregó: "Estamos buscando un estilo visual que no hemos visto aún en una película animada.
[8] En sólo cuatro días tras su estreno en Argentina el filme logró un gran éxito en taquilla, siendo vista por 418 000 personas durante ese breve período.
Es el mejor comienzo de una película argentina desde que existen registros, entrando a la historia del cine nacional.
Obtuvo el mejor arranque de una película argentina al vender 418 445 localidades en sus primeros cuatro días en cartel.
Actualmente el récord fue superado nuevamente por la película nominada al Óscar Relatos salvajes con 449 292 espectadores.
[11] Superando así al estreno de Los Pitufos 2, que quedó en segundo lugar (184 579 personas).