Realizó diversas obras escultóricas en Sevilla y sus alrededores, alrededor del año 1615 se embarcó con destino al virreinato del Perú, donde fue uno de los pioneros en la difusión de la escuela de escultura barroca realista sevillana en América.
En Perú permaneció el resto de su vida, principalmente en Lima donde pasó penurias y permaneció varias temporadas en prisión por deudas.
A partir de 1629 vivió en Potosí, ciudad en la que su actividad artística fue mucho más intensa y donde se conservan muchos de sus trabajos.
En Potosí coincidió y colaboró ocasionalmente con Luis de Espíndola y Fabián Jerónimo lo que complica realizar atribuciones de algunas obras.
Se cree que durante algunos años entre 1633 y 1638 se trasladó a Sucre (Bolivia), entonces perteneciente al virreinato del Perú, donde se han documentado algunos obras de su autoría y otras atribuidas.