Gerardo Martín Gallego

La abstracción escultórica de los años setenta, tuvo dos caminos esenciales: el expresivo y el geométrico, con un punto en común que es la importancia del hierro y el acero como materiales de soporte escultórico.

Gerardo Martín hizo desarrollos abstractos libres centrándose en el estudio de las formas en movimiento con una factura más expresionista e informal.

En los años sesenta compartió estudio y taller con la que fue su mujer, la escultora Susana C. Polac, en la sierra de Gredos, en la Adrada (Ávila).

Como escultor, realizó obras para diversas iglesias, monumentos y fuentes.

En una de las últimas remodelaciones se eliminaron las aves y no se volvieron a reponer, hasta que finalmente desapareció la totalidad de la fuente, hoy en día en depósitos municipales.