[1] En 1958 el presidente Arturo Frondizi lo designó embajador en Guatemala,[2] y al año siguiente en Bolivia.
En esa ocasión Mitterrand, solicitó por la restauración democrática y recordó «los casos conocidos de varios ciudadanos franceses desaparecidos en Argentina».
[10][11] Previamente, la Junta Militar lo había rechazado como embajador en Estados Unidos, junto con otros candidatos, y estuvo cerca de ser enviado a Italia.
Durante la guerra de las Malvinas, tras una comunicación con su amigo el general y embajador itinerante estadounidense Vernon Walters, dio aviso a la Cancillería Argentina de que el Reino Unido había decidido enviar su flota al Atlántico Sur.
[7][13] Posteriormente se desempeñó como columnista de asuntos internacionales del periódico El Cronista.