Era hijo de un sastre judío y hablaba yídish, rumano, alemán y francés.
Desde 1938, empezó a viajar frecuentemente a París y allí se introdujo en el surrealismo.
La Segunda Guerra Mundial y el antisemitismo de las autoridades rumanas lo llevaron al exilio.
Durante la etapa precomunista en Rumanía fundó un grupo de artistas surrealistas con Gellu Naum, Paul Păun, Virgil Teodorescu y Dolfi Trost.
En 1952, dejó definitivamente Rumanía por Francia, pasando por Israel.