Give My Regards to Broad Street es una película musical británica de 1984 dirigida por Peter Webb.
Sueña despierto que está conduciendo él mismo un coche más llamativo y repleto de tecnología moderna por el campo cuando recibe una llamada de Steve (Bryan Brown) informándole de que Harry (Ian Hastings), un delincuente reformado, ha desaparecido, junto con las cintas maestras que debía entregar a la fábrica el día anterior.
Durante varias canciones, Paul tiene elaboradas fantasías en diversos escenarios y con disfraces inspirados en su situación.
Finalmente, encuentra el maletín azul que contiene las cintas en un banco del andén, y a Harry en un pequeño edificio de mantenimiento cercano, donde se ha quedado atrapado accidentalmente mientras buscaba el baño.
[8] El cortometraje contenía la canción "We All Stand Together", cantada por McCartney y "the Frog Chorus".
[9] En 1985 se lanzó un videojuego basado en la película para los ordenadores domésticos Commodore 64 y ZX Spectrum.
El juego fue desarrollado por Argus Press Software y publicado en su serie Mind Games.
Roger Ebert, del Chicago Sun-Times, dio a la película una de cuatro estrellas, elogiando su música como "maravillosa", pero escribió que "es lo más parecido a una no-película, y las partes que sí intentan algo son las peores".