Guillermo del Río

fue impresor, editor y comerciante de libros flamenco, que se instaló en Lima hacia 1790.

[1]​ Según la versión trasmitida por Benjamín Vicuña Mackenna, llegó al Perú prisionero en un buque corsario inglés que asoló las costas sudamericanas.

Castellanizó su apellido, originalmente Beke (que en flamenco significa «riachuelo») y vino así en llamarse Guillermo del Río.

Tuvo a su cargo la Real Imprenta del Telégrafo Peruano, donde se imprimía La Gaceta de Lima.

[6]​ Del Río fue multado con cien pesos; temeroso de más represalias, viajó a Chile.

[9]​ Al producirse la reocupación de Lima por las tropas realistas en 1823, su librería e imprenta fueron saqueadas.

[10]​ También consta que, a fines de ese año, reclamó 1106 pesos y 4 reales por trabajos hechos al gobierno independiente.