Héctor Pedro Vergez

Trabajaba y torturaba en colaboración con el entonces teniente primero Ernesto Barreiro.

[6]​ Ex detenidos desaparecidos del campo La Perla aseguran que Vergez se manifestaba peronista y participaba personalmente al frente de todos los operativos y se jactaba ante detenidos de haber intervenido en el asesinato de la familia Pujadas y de los estudiantes bolivianos.

Aseguran que el militar no solamente era un feroz torturador sino que además se apropiaba de los bienes que le robaba a sus víctimas (una práctica delictiva usual durante la dictadura cívico-militar argentina).

[6]​ Llegó a Córdoba a fines de 1975 y permaneció en La Perla hasta alrededor del mes de junio del año siguiente en que lo trasladan a Buenos Aires, ascendido a mayor y fue dado de baja dos años más tarde.

[6]​ En 1996 se vio involucrado en el caso del atentado a la AMIA cuando en representación de Hugo Anzorreguy ―director de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado)― le ofreció un millón de dólares a Carlos Telleldín, que estaba detenido, para que desviara la atención en la causa por el atentado.