En Chile y Argentina suelen llamarse simplemente harina tostada o ñaco, dependiendo del lugar.
[5] En Argentina, tras la conquista española, los pehuenches molían y tostaban la harina de trigo en pequeños molinos.
La harina la intercambiaban a los españoles por otros bienes, pues no disponían de los medios necesarios para cultivar los cereales.
En países americanos como Perú, Bolivia y Ecuador se consume una harina de cereales tostados (principalmente cebada, pero a veces también maíz o trigo) llamada máchica.
A diferencia de otras harinas mencionadas anteriormente, la soja es una leguminosa y no un cereal.