Hasta que el matrimonio nos separe

[2]​[3]​ Para el crítico cinematográfico del diario ABC Pedro Crespo, se trata de «una película interesante, de agradable factura, bien fotografiada –con unos exteriores originales y adecuados–, que aborda con seriedad, pero sin barba, un tema importante para la sociedad española de hoy».

Como ella también es católica, tiene que seguir los mismos pasos, aunque no comprende nada: Pero, tras la ceremonia, Ann comienza a padecer la dolorosa sensación de «que el amor que se tenían ha naufragado en el mar de las especialísimas burocracias»,[7]​ por lo que decide volver a su país: A los pocos días, Miguel sufre un gravísimo accidente.

Durante su estancia en el hospital (tras pedir públicamente volver al «seno de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana»), contrae matrimonio in articulo mortis con Ann, quien, no obstante, regresa a Estados Unidos.

Pero como está casado «por la Iglesia», necesita que, para contraer nuevas nupcias, sea el Tribunal de la Rota el que declare la nulidad de su primer matrimonio.

Yo, Teresa, delante de Dios, declaro quererte a ti, Miguel, por esposo.